Por desgracia para el squash colombiano y de todos nosotros, todo lo que hemos publicado en este blog ES VERDAD. Más aun, todo ha sido debidamente comprobado y documentado. Desde los desvíos de dineros, hasta las falsificaciones de documentos y firmas, hasta la manipulación de las asambleas definitorias, pasando por la venta de camisetas a la federación por parte de empresas de comunicaciones de propiedad de los altos directivos, el abuso con hoteles y pasajes durante los torneos, las prostitutas en las delegaciones, el abuso del alcohol, etc, etc. Por desgracia nada de esto es invento ni calumnia.
En fin.
Ahora nos cuentan otro caso oscuro ocurrido durante el último Sudamericano Junior realizado en días pasados. Ya habíamos comentado sobre el hecho triste de que se seleccionó casi que a cualquier jugador que quisiera participar con la sola condición (explícita solo DESPUES de que el jugador hubo aceptado ser parte de la selección) de tener que pagar la suma de CUATROSCIENTOS CINCUENTA MIL PESOS M/C ($450.000.oo) como valor de la inscripción. Pues bien, de acuerdo a nuestra información, hubo casos a la inversa: es decir, hubo muchachos a quienes a pesar de que por ranking y nivel tenían derecho a ser seleccionados, no fueron invitados a participar. Y al investigar el por qué de esta exclusión, la respuesta fue muy sencilla: “hombre, es que sabemos que usted no tiene los $450.000.oo para pagar la inscripción. Entonces, ¿para qué vamos a perder el tiempo y para qué se lo vamos a hacer perder a usted?”
En fin.
Ahora nos cuentan otro caso oscuro ocurrido durante el último Sudamericano Junior realizado en días pasados. Ya habíamos comentado sobre el hecho triste de que se seleccionó casi que a cualquier jugador que quisiera participar con la sola condición (explícita solo DESPUES de que el jugador hubo aceptado ser parte de la selección) de tener que pagar la suma de CUATROSCIENTOS CINCUENTA MIL PESOS M/C ($450.000.oo) como valor de la inscripción. Pues bien, de acuerdo a nuestra información, hubo casos a la inversa: es decir, hubo muchachos a quienes a pesar de que por ranking y nivel tenían derecho a ser seleccionados, no fueron invitados a participar. Y al investigar el por qué de esta exclusión, la respuesta fue muy sencilla: “hombre, es que sabemos que usted no tiene los $450.000.oo para pagar la inscripción. Entonces, ¿para qué vamos a perder el tiempo y para qué se lo vamos a hacer perder a usted?”
Este parece haber sido el caso de Francis Zemanate, jugador de cuarta categoría. ¿Bonito así, no? Ahora ya no se selecciona por nivel de juego ni por capacidades, sino que lo que se tiene en cuenta es la capacidad económica de los padres de los jugadores.
La verdad, esto parece más bien aberrante.