Terminado el torneo nacional del Club Serrezuela y analizados los resultados, la pregunta que le queda a todo el mundo es la misma: ¿Dónde están los jugadores juveniles? ¿Dónde están los reemplazos de Santiago Montoya, de Rodrigo Torres, de Javier Castilla, de Nano Samper, de Over Jaramillo, de Juan Diego Torres y mucho menos de Miguel Ángel Rodríguez que no se ven por ninguna parte?
Veamos los resultados del torneo: Santiago “El Eterno” Montoya, a sus 38 años y con no sé cuantas décadas de jugar squash, en estado de semi retiro y pidiendo ingreso a la categoría senior profesional (le dicen que no, porque todavía no tiene nivel aunque edad sí), ganó sin problemas la primera categoría del torneo en vibrante partido contra Javier Castilla en una inmensa demostración de pundonor, profesionalismo, disciplina y amor propio. Juan Diego Torres, 23 años y de regreso de una seria lesión en la espalda que lo tuvo retirado de las canchas durante algo así como dos años, regresa a su primer nacional para lograr un tercer lugar del torneo perdiendo UNICAMENTE, fijense bien, con el mismo Eterno Santiago Montoya. Rodrigo, Miguel Ángel y Nano jugaban en Ecuador en lo que parecía implicar que dejaban servidos los primeros lugares para los juveniles que juegan en primera categoría pero que no se ven por ninguna parte. Pero estuvo muy lejos de ser así: Erik perdió con Juan Diego, Marroquín con Over (¿al fin como es, Over o Arturo?) Jaramillo (otro veterano que se resiste a retirarse y mientras siga ganando, pues ¿para qué?, y así los demás en una serie casi infinita de fracasos que nos indica simplemente que los jugadores ascendidos de las categorías juveniles a primera categoría han venido como rellenos, a recibir clases de los veteranos, o peor, simplemente presionado (palanqueado) su ascenso por sus padres que comforman las tristemente celebres directivas de Fedesquash.
Vimos, eso sí, al nuevo presidente de Fedesquash, el célebre Raúl “El Camaleón” Vargas, muy dedicado y apersonado de su papel de… coach de su hijo Juan Camilo. No hay duda entonces de que está preparando su ingreso a primera categoría de forma que pueda lograr viajes y viáticos acompañado de su padre presidente (y no olviden la beca en Trinity, objetivo número uno de los directivos de Fedesquash para sus hijos, así el squash colombiano termine por desaparecer).
Qué pena entonces con algunos de nuestros amables críticos como Juan Pablo Gaviria, pero de nuevo hago la pregunta del millón: ¿Dónde están los juveniles de primera categoría? ¿Aun existen? ¿Aun juegan squash? ¿Aun entrenan de vez en cuando? ¿A qué se dedican los directivos, Sergio, Martha Luz, Carlos Espinal, etc, etc, ya que lo único que vemos es el ascenso de muchachos sin nivel ni perspectiva deportiva pero que cumplen con el sagrado deber de ser hijos o parientes de los directivos de Fedesquash?
Por otra parte y por la misma: No vemos los resultados de SQUASH TOUR. La verdad no le vemos norte (ni sur) y da la impresión de estarse convirtiendo en un reemplazo más bien inocuo de los torneos bogotanos de hace algún tiempo, torneos de practica o de entrenamiento antes de ir a los nacionales. Y de nuevo para los directivos de las ligas, disculpen, pero ¿dónde están sus jugadores? Muchos abrazos y conciliábulos con el presidente de Fedesquash y demás seguidores, pero, ¿y los jugadores? Por favor, señores directivos, una pellizcadita y a lograr algo que cambie el squash colombiano que parece debatirse en el mismo pozo de intereses personales, de ineficiencia y corrupción de siempre, con los mismos directivos de siempre, simplemente rotándose los puestos (y los viáticos) sin que nadie haga ni diga nada.
Veamos los resultados del torneo: Santiago “El Eterno” Montoya, a sus 38 años y con no sé cuantas décadas de jugar squash, en estado de semi retiro y pidiendo ingreso a la categoría senior profesional (le dicen que no, porque todavía no tiene nivel aunque edad sí), ganó sin problemas la primera categoría del torneo en vibrante partido contra Javier Castilla en una inmensa demostración de pundonor, profesionalismo, disciplina y amor propio. Juan Diego Torres, 23 años y de regreso de una seria lesión en la espalda que lo tuvo retirado de las canchas durante algo así como dos años, regresa a su primer nacional para lograr un tercer lugar del torneo perdiendo UNICAMENTE, fijense bien, con el mismo Eterno Santiago Montoya. Rodrigo, Miguel Ángel y Nano jugaban en Ecuador en lo que parecía implicar que dejaban servidos los primeros lugares para los juveniles que juegan en primera categoría pero que no se ven por ninguna parte. Pero estuvo muy lejos de ser así: Erik perdió con Juan Diego, Marroquín con Over (¿al fin como es, Over o Arturo?) Jaramillo (otro veterano que se resiste a retirarse y mientras siga ganando, pues ¿para qué?, y así los demás en una serie casi infinita de fracasos que nos indica simplemente que los jugadores ascendidos de las categorías juveniles a primera categoría han venido como rellenos, a recibir clases de los veteranos, o peor, simplemente presionado (palanqueado) su ascenso por sus padres que comforman las tristemente celebres directivas de Fedesquash.
Vimos, eso sí, al nuevo presidente de Fedesquash, el célebre Raúl “El Camaleón” Vargas, muy dedicado y apersonado de su papel de… coach de su hijo Juan Camilo. No hay duda entonces de que está preparando su ingreso a primera categoría de forma que pueda lograr viajes y viáticos acompañado de su padre presidente (y no olviden la beca en Trinity, objetivo número uno de los directivos de Fedesquash para sus hijos, así el squash colombiano termine por desaparecer).
Qué pena entonces con algunos de nuestros amables críticos como Juan Pablo Gaviria, pero de nuevo hago la pregunta del millón: ¿Dónde están los juveniles de primera categoría? ¿Aun existen? ¿Aun juegan squash? ¿Aun entrenan de vez en cuando? ¿A qué se dedican los directivos, Sergio, Martha Luz, Carlos Espinal, etc, etc, ya que lo único que vemos es el ascenso de muchachos sin nivel ni perspectiva deportiva pero que cumplen con el sagrado deber de ser hijos o parientes de los directivos de Fedesquash?
Por otra parte y por la misma: No vemos los resultados de SQUASH TOUR. La verdad no le vemos norte (ni sur) y da la impresión de estarse convirtiendo en un reemplazo más bien inocuo de los torneos bogotanos de hace algún tiempo, torneos de practica o de entrenamiento antes de ir a los nacionales. Y de nuevo para los directivos de las ligas, disculpen, pero ¿dónde están sus jugadores? Muchos abrazos y conciliábulos con el presidente de Fedesquash y demás seguidores, pero, ¿y los jugadores? Por favor, señores directivos, una pellizcadita y a lograr algo que cambie el squash colombiano que parece debatirse en el mismo pozo de intereses personales, de ineficiencia y corrupción de siempre, con los mismos directivos de siempre, simplemente rotándose los puestos (y los viáticos) sin que nadie haga ni diga nada.
