Wednesday, July 06, 2011

CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA

Sí, tiene razón uno de nuestros lectores. Es triste esto que sucede con el squash colombiano, esta muerte anunciada de un deporte. Y es triste que nuestros anuncios se cumplan. Y la causa es sencilla y la hemos recalcado muchas veces y no es ni siquiera la corrupción de los dirigentes (que es real). Es algo peor pero que ni siquiera es un delito: es el hecho innegable de que a casi todos los dirigentes del squash colombiano lo UNICO que les interesa es promocionar a sus hijos, aún a costa de dejar morir el deporte que les ha dado de comer. Y el hecho también innegable de que la condición casi ineludible para ser dirigente de Fedesquash es esa misma: que lo único que le interese a la persona sea promover a sus hijos, y, bueno, también obtener un beneficio para sí. Ese es el elemento que les permite llegar, medrar, conseguir posiciones. De resto, la promoción del deporte, la masificación de la disciplina, los programas de desarrollo y crecimiento, el uso de los recursos públicos para los deportistas que de verdad lo necesitan, eso no es con ellos.
Miren, nadie tiene ya dudas de lo que el squash significó para Raúl Vargas. Sencillo. La oportunidad de que sus hijos, a partir de sus intrigas y manipulaciones, de su posición en Fedesquash, el uso de los dineros públicos y un mediano talento lograran una ansiada medianía como entrenadores en Nueva York o algo así. Medianía que ni su padre había logrado conquistar en la vida ni creía que sus hijos pudieran obtener por sus propias fuerzas. Medianía que para un profesional o empresario de algún nivel en Colombia seria inocuo y más bien triste ante las posibilidades de su profesión. Pero para los Vargas, López, Samper, Navarros, Mancillas y los demás como ellos, termina siendo el gran logro de la vida. No el deporte, porque si hablamos con franqueza el único colombiano que ha logrado una carrera deportiva de verdad con el squash es Miguel Ángel Rodríguez. No. El logro de la vida de estos mediocres no es una verdadera carrera deportiva, sino que es una carrerita que les permite emigrar a Estados Unidos (el sueño de todo pequeño-colombiano) y labrarse un pasar a costa de que sus padres le quiten el dinero, el apoyo y las oportunidades a aquellos para quienes esto sí sería verdaderamente importante y significativo. Pero esa es nuestra gente. Eso son nuestros dirigentes: mediocres que prefieren labrar el futuro de sus hijos a punta de intrigas, trampas y mangualas, a enfrentar la vida con valentía, producir con sus propias fuerzas y recursos, y enseñar a sus hijos la alegría de abrirse camino de frente y con méritos claros y limpios.
Ese es el triste veneno que está matando el squash colombiano.


P.S. No tengo duda de los problemas de la liga de Antioquia. El problema para investigarla es la distancia y los recursos. Recuerden, esto que hacemos lo patrocinamos nosotros. Nuestro tiempo, nuestro dinero, nuestra dedicación, y a cambio más bien recibimos ataques, insultos, odios y rencores de aquellos a quienes les pisamos los callos o algo más.
No es fácil.

1 comment:

Anonymous said...

No creo que muera, tal vez muere para los jugadores de bajos recursos, es un juego elitista y se encargan de que sea mas elitista aun, dan asco los humanos con poder, el poder corrompe a la gente, y no parece ser algo que cambie en mucho tiempo, es feo y triste decir que tenemos que aprender a vivir con la corrupción presente en cada una de las entidades de nuestro país y de muchas partes del mundo.