FELIZ NAVIDAD!!!

A todos. A los que me quieren y a los que no. Y gracias por su apoyo y buenas intenciones, por sus comentarios y aún por los ataques y los insultos.

EL SQUASH QUE QUEREMOS

Creo q todos estamos de acuerdo en la necesidad de acabar con las trampas y conductas inapropiadas en el squash, sea que estas se den entre los directivos, los jugadores, los jueces, los padres de familia, las barras o quienes sean. De eso no hay duda. Lo que no está claro es el QUE y el COMO... y en estos aspectos es donde es necesario el liderazgo de las nuevas directivas de Fedesquash, que no solo marque una diferencia con las administraciones anteriores en su propia conducta, sino en una política respecto al juego y a los jugadores. Veamos entonces algunas propuestas:

1. Es indispensable la implementación y funcionamiento del Tribunal Deportivo de Squash, ente contemplado en los estatutos pero que nunca ha operado, de manera que las decisiones correspondientes a sanciones EXISTAN pero las tome el ente que corresponde. Así las sanciones no se podrán usar como retaliaciones o venganzas por parte de los directivos contra sus opositores.

2. Se necesita una decidida campaña hacia el juego limpio que empiece por los directivos dando ejemplo. No más directivos promoviendo a sus hijos o buscando becas para ellos. Si esto es lo que buscan y su compromiso es con sus hijos, que se retiren y lo hagan desde afuera igual que hacen los demás, sin aprovechar en forma hipócrita sus cargos para ello. Así mismo debe haber una absoluta pulcritud en consumos, pasajes, hoteles, viajes y demás prebendas por parte de la Federación o las ligas. Es entendible que en ocasiones los directivos deben viajar con gastos pagos. Pero consumos en sus propias ciudades y demás actitudes de este orden son abusivas, y por tanto debe haber una clara normatividad al respecto.

3. Sobre las barras, sé que es un tema difícil. Pienso que por lo menos los más pequeños, es decir, los de sub 11 y sub 9, deberían poder jugar solos, sin que nadie los apabulle o atormente. Es decir, sin barras. O con las barras en silencio.

4. El reglamento existe y es la norma para todos, como insisten tantos. Lo que se necesita es su promoción, enseñanza didáctica y permanente, así como su aplicación radical. Los directivos deben obrar y decidir conforme al reglamento, no de acuerdo a su gusto y acomodo.

No tengo duda de que uno de los elementos que más ha influido en este problema que tratamos, llámese barras excesivas, jugadores tramposos, juego sucio, o como se quiera, es el mal ejemplo de los directivos. Las actitudes de estos personajes llenaron el mundo del squash con su forma de hacer las cosas. Un estilo en el cual, para lograr los objetivos, todo estaba permitido. Por eso se cometieron abusos intolerables. Vimos desde falsificar firmas hasta montar selectivos amañados, desde bloquear las carreras de jugadores que les pudieran hacer sombra a sus hijos, hasta desviar para beneficio propio los dineros que conseguían de los entes del estado; desde borracheras hasta prostitutas, desde insultos hasta negociados y nepotismo, desde asignación de contratos a los parientes hasta hoteles pagos para los novios de las jugadoras, etc. Estas cosas sucedieron. No son engaños ni mentiras sino hechos comprobados. En nuestros archivos existen más de mil folios de investigaciones y pruebas.

Pero lo más grave es que todo esto es, casi con precisión, lo contrario de lo que los padres normales y los jugadores normales buscan en el squash. Lo que buscan (o buscamos) es corrección, decencia, amistad, un deporte sano y amable. Buscamos que nuestros hijos aprendan valentía con respeto por los demás, disciplina, entrega, constancia, independencia, capacidad de superar las dificultades, pero también honor, dignidad, lealtad, justicia, transparencia y generosidad. Los valores que los dirigentes han enseñado con su ejemplo hasta ahora son lo contrario de eso que queremos. Son lo que podríamos llamar anti valores. Y aunque uno no lo quiera y sin que uno tenga claro de donde viene, eso se ha trasladado al campo de juego, en mayor o menor grado. Es similar a lo que ocurre en Bogotá donde la cultura ciudadana ha desaparecido de la ciudad a raíz de que la gente percibe a las autoridades como tramposas, ladronas y deshonestas.

Es quizás, entonces, tiempo de reflexión. Por eso es tan valioso comentar y debatir al respecto.

Es quizás, tiempo de cambio.

De construir el squash que queremos.

UN DEPORTE DE CABALLEROS II

Les voy a contar con nombre propio una anécdota ocurrida este fin de semana en un torneo de golf llevado a cabo en la ciudad de Armenia. Digamos que tiene relación con los temas que tratamos aquí por dos razones: una, porque es ejemplo de lo que es caballerosidad y juego limpio en el deporte. La segunda, porque el protagonista fue jugador de squash y aun ocasionalmente juega torneos. El torneo fue La Copa Arturo Calle llevada a cabo este año en Armenia debido al clima en Bogotá. El jugador, Juan Esteban Gallegos.

Veamos. Terminado el último día de juego (el cuarto) Juan Esteban revisó su tarjeta, la firmó y la entregó. Un rato después, hablando con su caddy, se dio cuenta de que había anotado mal un hoyo. Había anotado un golpe menos. Nadie lo sabía. Solo él. Aún así se acercó a la mesa directiva a sabiendas de que si se autodenunciaba iba a ser descalificado. Se autodenunció y fue descalificado.

¿Nobleza, caballerosidad, honestidad? Sí, pero ocurre a menudo en el golf porque todo el tiempo se trabaja, se enseña, se insiste en ello.

Son actitudes que quisiéramos ver en el squash. Son valores que queremos que nuestros hijos aprendan con el deporte.

¿O no?

DEPURANDO EL SQUASH

A ver. El problema es sencillo. Se trata de definir algunas cosas con respecto al squash, sus dirigentes y sus jugadores, que nos permitan movernos en el futuro. Así que pensemos: ¿es correcto que los directivos utilicen dineros de las entidades a su cargo para beneficiarse personalmente o beneficiar a sus hijos como hizo Raúl Vargas cuando era secretario de Liscund? ¿Es correcto que utilicen dineros de las entidades a su cargo para pagarles hoteles a los novios de las hijas como hizo Carlos Angulo? ¿Es correcto que los directivos del squash colombiano efectúen, por cuenta del ente deportivo a su cargo, diferentes tipos de consumos incluyendo botellas de vino para sus reuniones y celebraciones cuando la entidad a su cargo no tiene recursos siquiera para mantener el reconocimiento deportivo? ¿Es correcto que cuando efectúen este tipo de consumos dejen las cuentas sin pagar? Finalmente, ¿cual debe ser la sanción cuando un dirigente comete este tipo de abusos? Porque hasta donde sé, a la fecha Raúl Vargas es secretario de la Federación Panamericana de Squash y Elssy de Navarro sigue siendo presidenta de Liscund. ¿O será que el abuso cometido cambia si lo que consumen es vino o whisky o tequila, porque claro, empanadas con vino suenan terribles. Con cervecita delicioso, pero con vino... En fín, cuestión de gustos. Para terminar una pregunta dura pero necesaria para Elssy: ¿oiga Elssy, usted es así de abusiva con todas sus obligaciones, o solo con las que asume a nombre de las entidades que dirige?

Y bueno, ustedes se preguntarán por qué insisto en este tema cansado, recansado, trillado y retrillado. Pues por una razón muy sencilla: hasta donde sé, Elssy Dos Eses de Navarro y sus amigos (no sé si todos, pero como son las cosas en Liscund, para averiguarlo me tocaría otra tutela y me da como pereza) aún siguen al frente de esa liga. Y si no hacemos algo pronto van a terminar por desaparecerla a punta de abusos y no gestión. Bueno, no ejecutoria. Y ninguno de ustedes quiere eso, ¿o sí?

Así que... Elssy, por favor renuncie. No sea terca que ahí no está haciendo nada y a Rincón Grande ya ni siquiera la dejan entrar y menos le van a servir botella de vino. O empanadas.

COMPROMISO CON LA VERDAD

Este Blogg cumple una función crítica, no hay duda. No nos dedicamos a las alabanzas gratuitas ni a las mentiras interesadas. Aplaudimos lo positivo y atacamos lo negativo según nosotros lo vemos. ¿Y saben por qué tenemos esta posibilidad? Porque no le debemos nada a ningún funcionario del squash colombiano. Ni a ningún funcionario ni a ningún jugador, entrenador, padre de jugador o comentarista. No ganamos ni perdemos nada con que nos favorezcan o dejen de hacerlo. Ni siquiera con que nos insulten o dejen de hacerlo.

Eso es lo que nos da libertad.

No estamos obligados a alabar, así que podemos opinar de acuerdo a nuestra conciencia. No hacemos amiguismo ni intrigamos. No necesitamos ganarnos a nadie pero tampoco denigrar de nadie porque no tenemos compromiso con nadie, salvo con las responsabilidades que los hijos implican.Por eso obramos con justicia y verdad... tal como nosotros vemos y concebimos la justicia y la verdad, claro.

No recibimos dinero por hacer esto. Ni dinero ni posiciones ni ningún tipo de beneficios. Nadie nos paga viajes ni hoteles. Es una diversión, un entretenimiento, un ejercicio, un hobby... como el deporte para nuestros hijos. Algo que tratamos de hacer cada vez mejor. Cada vez en forma más clara, más justa, más certera. Si nos equivocamos, les agradecemos que nos lo hagan ver... para poder corregir si vemos que ustedes tienen razón. Si no, para poder explicar con claridad y precisión nuestra posición.

Y demostrar y comprobar que lo que decimos es verdad.

P.S. Un tema recurrente en ataques anónimos contra mí son las insinuaciones sobre mi vida personal. ¿Qué decir? Es sencillo: mi vida es y ha sido una vida extraña, desligada de los caminos normales, vivida de acuerdo a mis creencias y convicciones. Una vida dura y podría decir que solitaria porque ser consecuente con lo que uno ha visto de la existencia no es fácil. Y sí, cogí por la calle de en medio y me he abierto camino por mis propios medios y a mi manera. Pero una cosa es clara respecto a esto: todo está a la luz y no hay nada oculto y no tengo nada de que avergonzarme. Por eso soy libre también de todos estos chantajes y presiones que lo único que buscan es hacerme callar.

Así que quiero que esto quede claro: mi único compromiso es con la verdad.

ENTRE EL SILENCIO Y LA OPINIÓN

Al contrario de algunas propuestas que buscan silenciar las voces y las opiniones sobre el tema del squash, creo es esta, la opinión libre, la que da forma a la ideas y a los pensamientos, y, como decíamos en la columna anterior, forma la conciencia de la realidad y de las necesidades.

Durante muchos años el squash fue manejado mediante una especie de reino de terror y un sistema de sucesión política semejante al dedazo del PRI mexicano. Reino de terror porque en esas épocas, la de Carlos Espinal y demás, quien hablara, quien opinara quedaba sometido en forma automática a un ostracismo deportivo y aún laboral. Se volvía un fantasma a quien se ignoraba para todo tipo de selecciones y representaciones nacionales sin importar sus capacidades ni su nivel. El jugador, entrenador o padre que se atreviera a opinar en contra de los dirigentes de Fedesquash quedaba por fuera de la bella y amable Familia del Squash que en forma tan gráfica y acertada definió El Nene Angulo. Pasábamos delicioso, decía uno de ellos algún día refiriéndose a hoteles y pasajes gratis, a ese ambiente permanente de fiesta y alcohol, a la impunidad que les permitió hacer lo que quisieron con el squash sin que nadie se pudiera oponer.

La Vieja Familia del Squash que se perpetuaba, como el corrupto sistema político mexicano impuesto por el PRI, mediante un sistema que garantizaba que fuera el presidente en ejercicio quien designara a su candidato sucesor, para luego ir a unas elecciones amarradas en las cuales no tenía pierde. Durante casi 100 años funcionó en México este dedazo con una eficiencia absoluta. Ese mismo sistema era aplicado al squash colombiano. Fue así que Carlos Espinal nombró a su sucesor y dejó listos y formados a quienes debían continuar con su labor y estilo: Raúl Vargas, Alvaro Parra, Carlos Angulo, Mancilla, hasta llegar a uno de los más tristes posibles candidatos: Jorge Eliécer Suárez.

Fue el desarrollo de un pensamiento crítico entre los squashistas lo que permitió romper esa funesta cadena. La organización de las ligas que se habían liberado del yugo de Fedesquash fue lo que produjo este que podemos llamar golpe de opinión. No fue que La Vieja Familia del Squash abandonara el poder como algunos quieren hacer pensar. Fue que no pudieron controlar más a las ligas. Y no hay duda de que fueron el pensamiento crítico y la expresión libre de las opiniones lo que abrió ese camino y guió esa posibilidad que ahora se convierte en un hecho, rompiendo la funesta cadena del "dedazo a la colombiana". Por eso, es claro que solo ese pensamiento libre y la formación de una conciencia personal sumados a los canales que permitan expresarse, pueden garantizar que se construya el deporte que necesitamos: libre, eficaz, limpio, honesto, con una base amplia y una difusión adecuada de la disciplina, con un apoyo a quienes en verdad lo merecen y necesitan, que transmita y enseñe los verdaderos valores que queremos para nuestros hijos.

Recuerden, a los tiranos lo que más les conviene es el silencio de la gente.

LA FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA

Tomó muchos años cambiar el Comité Ejecutivo de Fedesquash. La campaña la comenzamos en el 2006. Son muchos años de esfuerzos, investigaciones, denuncias. Muchas columnas y comentarios. Muchos insultos hemos tenido que recibir. Recuerdo las últimas agresiones del Nene Angulo y de su novia, de Santi Parra, pichón de abogado amenazando con acabar al mundo entero, alguna invitación en Facebook a enviarme a los de la moto, incomprensiones, ataques, etc. Pero se logró y, lo más valioso, se logró mediante un movimiento espontáneo. Hasta donde sé, no fue algo programado ni intrigado desde ninguna parte. No fue con personas seleccionadas a dedo, sino que se partió de la creación de una CONCIENCIA del problema entre los squashistas. Creo que eso, la conciencia, es lo que está llevando al cambio y haciendo madurar a la gente.

Para mí, esto es una fuente de esperanza. De la esperanza del sí se puede, diría el presidente Betancur, ¿recuerdan? ¿No? Es que yo soy más viejo que ustedes. O mayor, para no sentirme mal. Sí se puede cambiar lo que existe, sí se puede cambiar la realidad que nos rodea. Esa es la esperanza que encarna el nuevo Comité Ejecutivo de Fedesquash y esa es la esperanza a la que debe responder con claridad, precisión y prontitud para no defraudar.

Así las cosas una labor fundamental de ese comité tiene que ser la de continuar con la formación de la conciencia de los squashistas. La conciencia que permite distinguir entre el bien y el mal, diría mi abuelita que en paz descanse. Distinguir la delgada línea entre el bien y el mal, según Iron Maiden. Oops, pero sí: la construcción y el desarrollo de una conciencia ética en dirigentes, jugadores, entrenadores, padres, hasta comentaristas, porque hay quien dice que uno no debe burlarse de la gente así den papaya como locos, como Dos Eses con lo del parqueadero de... Pero no, hoy no nos metamos con ella, dejemos así. Esa, la conciencia, es la base de la transformación humana. De la transformación personal y social que necesitamos.

El reglamento existe y es la constitución del squash: todos estamos obligados a cumplirlo aunque no nos guste o no nos convenga. TODOS. Dirigentes, jugadores, padres, entrenadores, etc. Pero el esfuerzo debe ir más allá: debe llegar hasta el interior de cada persona. Nadie le enseña a los hijos a hacer trampa a propósito, excepto lo que uno les acepta y les perdona cuando juegan squash y que es más o menos... todo, con tal de que ganen porque eso lo hace a uno sentir bien. Ah, eso sí. Por eso es que nos parece que casi no hay tramposos en el squash. Así como nos parece que casi nadie dice mentiras en la vida... quizás porque el principal mentiroso es uno... y uno no está dispuesto a aceptarlo ni a que nadie se lo haga ver. Y claro, de ahí es de donde vienen las rabietas y los insultos.

Por eso es fundamental, en mi opinión, esta formación de la conciencia interior de cada individuo. Este llegar a comprender la necesidad de NO HACER TRAMPA NI MENTIR. Entender que ganar con trampa es no ganar. Ganar a empujones es no ganar. Ganar presionando al árbitro es no ganar. Ganar pidiendo lets que no existen es no ganar, aunque nadie más que uno se de cuenta. Usar las posiciones directivas para beneficiarse uno o beneficiar a los hijos es trampa. Usufructuar las posiciones directivas es trampa. Insultar a los rivales es trampa. Pedir cosas y no pagar es trampa. No renunciar cuando una es presidenta de una liga y no hace nada es...

Ay, que pena, otra vez me fui para allá.

¿Si ven? Es cuestión de conciencia. De CONCIENCIA PERSONAL. Sin justificarse uno mismo porque con eso se tapa lo que sea. Formar la conciencia hasta llegar a entender que el verdadero juez es cada uno de nosotros, responsable no solo de las normas sino de la decencia, la corrección y el respeto a los demás. Como termina siendo todo en la vida... hasta que lleguemos al final del paseo y ahí si tengamos que responder por cada uno de nuestros actos.

¿Verdad Raúl Vargas y cia?

EL SQUASH COMO DEPORTE EXTREMO

A veces este Blogg me parece una idea de locos. Pensar que con palabras, deseos y pensamientos, sin poder alguno, se puede cambiar el mundo que nos rodea. Sin embargo, lo que viene ocurriendo en Fedesquash, en Lisbog, en Santander, en Antioquia hasta donde sé ( la verdad no conozco Quindío y Bolívar), es una esperanza y un aliciente para cosas más grandes. Sí, yo sé que falta , donde Elssy y sus amigos se aferran a sus cargos como dictador árabe en plena primavera 2011. Ah, lo que son el vino, los sueños de grandeza y las empanadas. Sobretodo gratis, palabra mágica. A mí también me encanta todo lo que no me cuesta. Tengo el closet lleno de esas pendejadas que no sirven para nada pero que, como son gratis, uno recibe emocionado, y después no sabe que hacer con ellas y la mujer empieza a botarlas a escondidas. De golpe puedo enviárselas a Elssy, junto con una buena botella de vino que no sea muy cara. Y claro, con las empanadas de RG. Pero, ¿en qué era que estaba? Ah sí, el squash. Es que me emociono y me pego unas perdidas...

Es que todos estos movimientos en dirección positiva me traen la esperanza de que podamos construir un mundo mejor para el squash. Así que yo, que soy ingenuo y soñador, pienso que podríamos lograr que se volviera un deporte limpio, sin bandidos ni aprovechados, amable y sobretodo, AGRADABLE DE VER. Es decir, sin interrupciones permanentes y bobas, sin gritos ni peleas, en especial en los partidos de primera categoría, con amabilidad entre jugadores y jueces, con respeto de los jugadores por el público y del público por el resto de la gente. Sin que en los partidos infantiles las barras apabullen al niño contrario sino que lo dejen jugar como lo que es: un niño. Sin que El Nene Angulo, ni su noviecita La Nińa Karen, ni su cuñado me insulten ni amenacen por decir lo que pienso. Es decir (no se rían) partidos ágiles, rápidos y divertidos como debe ser el squash. Yo sé que esto es difícil porque la cancha es muy pequeña, el rival se mueve muy cerca, hay contacto físico, todos quieren ganar, es mi hijo y es un genio para este deporte y va a ser profesional y va a llegar más lejos que Miguel Angel o por lo menos hasta Trinity como Nano, y va a viajar gratis por todo el mundo y... en fin...¿verdad Mancilla?

O bueno, hay otra posibilidad de golpe más divertida. Pónganme atención: cambiemos el reglamento. Sí, es en serio. Retiremos el sistema de jueces (que a veces de poco sirve más que para aburrir al ganador o perdedor del partido anterior que quiere irse a descansar) y permitamos TODO, excepto el out y la agresión con raqueta al contendor. Y claro, los puños directos a la cara. De resto valgamos todo: empujones, insultos, trampas, zancadillas, bolazos al cuerpo, gritos, golpes del público en el vidrio, SANGRE, SANGRE, huesos rotos como los de Tancredi en el partido de Millos contra el América, etc. TODO. Un deporte extremo muy divertido. Como una pelea de gallos sin gallos. O con gallitos finos.

Podría ser muy interesante. Por lo menos más divertido que estos sosos y desesperantes partidos llenos de interrupciones y alegatos a cada momento, que let si, que no, que stroke, que doble, que cambien el juez, que llamen a mi papá, que usted no se puede salir de la cancha, que ya me salí y qué, ¿ o usted qué me va a hacer?, porque si quiere nos vemos en el parqueadero, que amonestación y le quito un punto, pues quítelo, que pido juez auxiliar, que si no vio el let, juez ciego, miope, ignorante, que jueguen, carajo, espere que termine el partido y verá, que jueguen, carajo, que usted no sabe nada, que jueguen carajo que a qué vinimos, que es que me empuja todo el tiempo, que jueguen carajo... No. Un SQUASH TODO VALE DEPORTE EXTREMO. Estoy seguro de que va a ser mucho más divertido de ver porque además podemos aprender groserías nuevas que tanta falta hacen, sobretodo a los niños, siempre repitiendo las mismas. Y ágil, sobretodo, un deporte ágil, porque el que se quede quieto se muere.

Aunque por otra parte quizás resulte un poco demasiado sangriento.

Ustedes dirán.

DE ELSSY DOS ESES O APARECEN NUEVOS ABUSOS EN LISCUND

Hasta donde vemos Liscund sigue siendo la oveja negra del squash colombiano. La sobreviviente de esa vieja, divertida y abusiva familia de la que hablaba hace un tiempo El Nene Angulo. Elssy Dos Esses es la única que no ha querido irse y sigue aferrada a su cargo. O a su carga (¿de conciencia?). Y claro, poco a poco van apareciendo nuevas... ¿como las vamos a llamar? ¿Abusos? ¿Indelicadezas? Bueno, ustedes dirán. El caso es que en medio del inmenso desorden que vivió Rincón Grande es difícil saber las cosas con precisión, pero ahí van llegando poco a poco. Ahora descubrimos que Jairo y la Niña Karen tenían razón: el problema de su mami no era por unas pinches empanaditas. No señores, y así menos mal no le envié las que le iba a mandar. No, nada de eso porque las reuniones de Liscund en Rincón Grande eran un poquito más a lo grande, un poquito más sofisticadas, más eleganticas, y así Elssy Dos Eses y sus amigos directivos pedían botellita de vino para todos... y claro, no la pagaban. En un club donde nadie firma porque no existe esa modalidad, donde por delicadeza ni siquiera la Junta Directiva consume por cuenta del club sino que cada uno paga lo que se come, ellos si... firmaban, con el embeleco, abusivo de por sí, de que Liscund iba a pagar algún día y así ni Liscund ni ellos pagaban sino que timaban al club. "Es que tenemos un convenio", era el argumento con el que engañaban a los empleados. Pero claro, es que si uno se llama Elssy con dos eses lo mínimo, si organiza una reunión, es que uno de vino. Aunque lo normal es que la gente correcta pague lo que reparte. Pero bueno, Elssy tiene razón: de algo debe servir ser presidenta de Liscund, porque sin gestión ni ejecutorias, ¿qué más podían hacer? Aprovechar un poquito, qué va. Así, y poco a poco, entre una cosita y otra, uso de las canchas, empanaditas, botellita de vino, reuniones en los reservados, fueron llegando a una cifra que ni siquiera está clara, pero que en todo caso va más allá de los cinco millones de pesos.

Así que mire, Elssy Dos Eses y demás directivos de Liscund: esto ya se está pasando de la raya y no tiene justificación. Así le gusten mucho las empanadas (claro, y el vino que es un gusto más carito) creo que lo único decente y digno que le queda a usted por hacer es ir y pagar lo que quedó debiendo en Rincón Grande. Bueno, a usted y a sus amigos.

Porque es que ya lo del vino no creo que se lo acepten ni en la Federación de Bádminton. Ya con estas nuevas noticias no creo que los reciban.

Y luego renuncie. Por favor renuncie. Por bien suyo, y de todos, renuncie. Pero claro, no se le olvide pagar lo que se comió.

Y bebió.