Aunque muchos pensaban que la salida de dirigentes comprometidos en actuaciones equívocas dejaría acéfalos los entes directivos del squash en Bogotá y Cundinamarca, la realidad es que no ha sido difícil llenar estos espacios con personas nuevas, sin compromisos y dispuestas a trabajar por el bien común. La actitud de “sin mí se acaba el squash”, que lleva a perpetuarse en los cargos y a manipular nombramientos por un supuesto bien común, ha sido derrotada en estos dos casos: LISBOG y LISCUN. En LISBOG con la elección de JUAN CARLOS AFANADOR, CONSTANZA RODRIGUEZ y JORGE ELIECER SUAREZ en el Comité Ejecutivo, y finalmente cómo presidente JORGE ELIECER SUAREZ, y en LISCUN con la elección de ELSY MOJICA, FERNANDO MUÑOZ y NELSON BALLEN en el Comité Ejecutivo.
Caras nuevas y limpias, gente con deseos de trabajar desinteresadamente por el squash. Personas que no son fichas de nadie ni han sido nombradas a dedo. Aunque en el caso de LISBOG reciben una dura herencia no solo por los turbios manejos anteriores sino por el oscuro y hasta la fecha insoluble caso de la cancha de vidrio, corresponde apoyar en todo lo posible a quienes están dispuestos a dar su tiempo y esfuerzo para renovar el squash.
¿Cuándo veremos algo similar en FEDESQUASH? ¿Cuándo veremos a los dirigentes desgastados por el tiempo y los privilegios personales dar paso a un lado para que otros, nuevos y sin compromisos, ocupen sus lugares y den rumbo nuevo al squash? Eso es lo que se espera de los dirigentes actuales: que con generosidad y dignidad den lugar al cambio, que no se aferren a las mieles del poder ni terminen como en LISBOG, renunciando en medio de escándalos y denuncias penales que no solo los perjudican a ellos sino al squash en su totalidad.
Caras nuevas y limpias, gente con deseos de trabajar desinteresadamente por el squash. Personas que no son fichas de nadie ni han sido nombradas a dedo. Aunque en el caso de LISBOG reciben una dura herencia no solo por los turbios manejos anteriores sino por el oscuro y hasta la fecha insoluble caso de la cancha de vidrio, corresponde apoyar en todo lo posible a quienes están dispuestos a dar su tiempo y esfuerzo para renovar el squash.
¿Cuándo veremos algo similar en FEDESQUASH? ¿Cuándo veremos a los dirigentes desgastados por el tiempo y los privilegios personales dar paso a un lado para que otros, nuevos y sin compromisos, ocupen sus lugares y den rumbo nuevo al squash? Eso es lo que se espera de los dirigentes actuales: que con generosidad y dignidad den lugar al cambio, que no se aferren a las mieles del poder ni terminen como en LISBOG, renunciando en medio de escándalos y denuncias penales que no solo los perjudican a ellos sino al squash en su totalidad.
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