Bueno, finalmente logramos averiguar cómo llegó Raúl Vargas a la Presidencia del Comité Ejecutivo de Fedesquash y las noticias no son buenas: no hubo elección, hubo nombramiento. Es decir, las ligas no participaron en el nombramiento, sino que simplemente los mismos miembros del Consejo Ejecutivo se reunieron y procedieron a nombrarlo. A armar su carrusel. O no se reunieron, vaya uno a saber, pero sí lo nombraron, y lo nombraron pasando por encima de todas las investigaciones, denuncias y pruebas de corrupción que pesan sobre este señor. Y nadie dijo nada. Nadie protestó porque en esto nadie protesta. Ellos son los dueños del squash en Colombia y hacen lo que les provoca. Y nadie dice nada. A nadie le importa. Salvo a dos o tres Quijotes que no logran nada. Los demás… no sé. ¿Medran? Es decir, ¿reciben su parte, su porción del pastel y mientras la reciban se quedan callados no va y sea que los excluyan de la fiesta? ¿Será eso? Aunque sí se de muchos que se retiran en silencio asqueados de los abusos y trapacerías. Pero tampoco dicen ni hacen mayor cosa.
Así, con la complicidad del silencio es como se perpetuán en el poder los Raúles Vargas, los Carlos Espinales, los Sergios Rodríguez. Y así van construyendo (¿corrompiendo?) a sus sucesores.
Y nadie dice nada.
Bueno. Cambiemos de tema por un rato que ya cansa. Hablemos de Squash Tour.
Indudablemente un esfuerzo valioso y un trabajo significativo el que están haciendo, en especial Juan Carlos Santacruz, en este proyecto. Voy a explicar entonces a lo que me refiero cuando digo que le falta norte y sin norte es una iniciativa que corre el riesgo de naufragar, para desgracia de todos nosotros y por supuesto del squash colombiano. Por norte me refiero a que los jugadores logren algo más a través de la competencia, algo que vaya más allá del indudablemente valioso gozo del deporte. Algo que los mueva, que los motive, que le dé un adicional a esa competencia. En todo deporte de alto rendimiento los jugadores buscan algo más que el solo esparcimiento. Buscan quizás representar al país en competencias internacionales, o clasificar a competencias de mayor nivel, o ganar dinero. Algo. Algo que vaya más allá de ellos y del solo esparcimiento. De otra forma el deporte se vuelve algo importante pero no trasciende. Es recreativo, es esparcimiento, es verse con los amigos, sudar un rato, hacer un poco de ejercicio.
Porque no nos digamos mentiras: hoy en día no es lo mismo jugar un nacional que una parada de Squash Tour, y la razón es sencilla: el ranking de los nacionales da la posibilidad de representar al país en torneos internacionales y el de Squash Tour no.
Esa es la diferencia.
Así, con la complicidad del silencio es como se perpetuán en el poder los Raúles Vargas, los Carlos Espinales, los Sergios Rodríguez. Y así van construyendo (¿corrompiendo?) a sus sucesores.
Y nadie dice nada.
Bueno. Cambiemos de tema por un rato que ya cansa. Hablemos de Squash Tour.
Indudablemente un esfuerzo valioso y un trabajo significativo el que están haciendo, en especial Juan Carlos Santacruz, en este proyecto. Voy a explicar entonces a lo que me refiero cuando digo que le falta norte y sin norte es una iniciativa que corre el riesgo de naufragar, para desgracia de todos nosotros y por supuesto del squash colombiano. Por norte me refiero a que los jugadores logren algo más a través de la competencia, algo que vaya más allá del indudablemente valioso gozo del deporte. Algo que los mueva, que los motive, que le dé un adicional a esa competencia. En todo deporte de alto rendimiento los jugadores buscan algo más que el solo esparcimiento. Buscan quizás representar al país en competencias internacionales, o clasificar a competencias de mayor nivel, o ganar dinero. Algo. Algo que vaya más allá de ellos y del solo esparcimiento. De otra forma el deporte se vuelve algo importante pero no trasciende. Es recreativo, es esparcimiento, es verse con los amigos, sudar un rato, hacer un poco de ejercicio.
Porque no nos digamos mentiras: hoy en día no es lo mismo jugar un nacional que una parada de Squash Tour, y la razón es sencilla: el ranking de los nacionales da la posibilidad de representar al país en torneos internacionales y el de Squash Tour no.
Esa es la diferencia.
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