LA CORRUPCION DE FEDESQUASH II

Todo parece indicar que los directivos de Fedesquash han diseñado una nueva forma de favorecer a sus protegidos, es decir, a los hijos de los miembros de los comités, en especial a los ya conocidos HIJOS DEL PRESIDENTE. Si bien esto es algo que ha venido sucediendo desde mucho tiempo atrás (desde las infaustas épocas de Tere de Samper) la forma que ahora han diseñado parece ser nueva. Un diseño de último moda, diríamos.
Veamos: la idea es favorecer a los jugadores “pavimentándoles” el camino en los torneos de manera que los escogidos puedan llegar lo más lejos posible sin encontrarse con jugadores de un nivel suficiente para derrotarlos, al mismo tiempo que a los jugadores incómodos se los lleva, o bien a enfrentarse entre ellos, o a enfrentarse con los más duros en todos los torneos en que participen. Este parece haber sido el caso de JUAN CAMILO VARGAS, hijo del presidente de Fedesquash, el ya conocido de autos RAUL, CAMALEON, VARGAS. Asi lograron que Juan Camilo lograra llegar, en su primer torneo en primera categoría, hasta las instancias semifinales. Y el segundo parece ser el caso de JUAN DIEGO TORRES, jugador de indudable valía que regresa de una lesión en la espalda que lo retiró del squash durante dos años, y que ahora, torneo tras torneo, le toca enfrentarse, o con Miguel Ángel Rodríguez, o con su hermano Rodrigo de forma que no logre llegar muy lejos.
¿Cómo lo hacen? Todo parece indicar que hay dos procedimientos fundamentales en este asunto: el primero es eliminar la tradicional presencia de los jugadores en el sorteo que determina quien juega con quien en primera categoría en cada torneo. Esto se hacía así de vieja data, desde siempre, dirían algunos, y eliminaba las suspicacias y sospechas al contar con la presencia física de los jugadores interesados que vigilaban el proceso. Pues bien, esto lo eliminaron los dirigentes de Fedesquash con el argumento, bastante sospechoso y traído de los cabellos, de que el representante de los jugadores y garante del proceso es nada más ni nada menos… que el Comité Técnico de Fedesquash. Es decir ellos mismos. Es decir un ente ya de marras conocido por ser manipulado por los dueños del squash colombiano y por su participación en hechos de corrupción. De esta forma queda el camino expedito para poder proceder a manipular los rivales de cada torneo.
Pero esto no es suficiente. Hay otro elemento fundamental en esta forma de corrupción. La persona encargada de manejar el SID, que es el programa que coordina y cuadra los torneos, es el señor JORGE ELIECER SUAREZ, el mismo que escribe hoy en día las crónicas de los torneos. Veamos entonces: ¿quién le paga el sueldo al señor Suarez? Es muy obvio: Fedesquash. Pero hay algo más: hemos encontrado claros indicios de la debilidad el señor Suarez ante los dineros mal habidos, ya que, aprovechándose de su posición en el manejo del SID ofrece la venta de la base de datos de los jugadores de squash en el país por la suma de UN MILLON DE PESOS M/C ($I.000.000.oo). No parece ´propiamente una persona incorruptible sino más bien alguien dispuesto a hacer lo que sea por dinero (y claro, por no perder el puesto).
¿Qué logra entonces Raúl Camaleón Vargas con esto? Es muy sencillo: el interés de él en este momento (y lo que lo llevó a quitar al anterior presidente y asumir él la presidencia) es lograr que sus hijos ingresen en las selecciones que deben representar al país en el exterior. De esta forma puede invertir en ellos los dineros de la Federación sin tener que recurrir a falsificaciones y desvíos de dinero como hizo anteriormente. Ejemplo claro de lo anterior es lo que hizo al gastar SEIS MILLONES DE PESOS ($6.000.000.oo) en pasajes de su hijo Andrés desde China hasta Bogotá, supuestamente para jugar un anodino torneo en Quito. Pero no es todo: estos amañados resultados le permite conseguirles sueldo de Coldeportes (parece que para Andrés en el momento es del orden de UN MILLON DE PESOS MENSUALES ($1.000.000.oo). Eso explica además el por qué de la política expresada para los juegos Sudamericanos de Medellín de llevar a jugadores juveniles a los torneos pasando por encima de jugadores de mayor nivel. Política que aparece y desaparece del panorama del squash según la conveniencia de los directivos y que, en esta nueva etapa, muy obviamente Vargas planea inaugurar con su hijo Juan Camilo. Bonito presidente el que tenemos, ¿no? Y bonitos técnicos de sistemas y periodistas, por lo que parece.