Hola Antonio,
Nuevamente con el tonito que usas, "has dado en el clavo!!!
El silencio cómplice ante todas las denuncias que tu has hecho en tu blog, es desafortunadamente el común denominador de la sociedad en Colombia.
Específicamente en el squash, a la gente pareciera no importarle ser utilizadas como idiotas útiles por los mal llamados "dirigentes honestos".
La mayoría de las veces (jugadores y padres) se dan los autogolpesitos de espalda diciendo: Es que yo no necesito!!!
Y en el fondo es verdad (claro que no es el caso de los entrenadores los cuales en su mayoría son muy buenos jugadores y con don de gente y viven del deporte).
Pero el problema no es de necesitar o no. El problema es de actitud, el problema es no hacer nada ante los abusos de un grupito pequeño. El problema es que los "honestos dirigentes" se paseen en todas las actividades del squash creyéndose que están por encima de todos, y en el peor de los casos con actitud prepotente. Todo lo anterior con la aceptación borrega de la mayoría de jugadores y padres.
En otros países esta situación se hubiese revertido hace tiempo (estoy seguro que no faltara el "digno" que me ataque por decir lo que pienso, así como lo hacen contigo. Pero igual no me importa).
La actitud del avestruz (meter la cabeza debajo de la arena y pretender no ser visto) es muy arraigada en Colombia.
Antonio, cuando haces las denuncias de todas las irregularidades que vienen desde hace mucho tiempo atrás (lo vi cuando vivía en Colombia 15/20 años atrás) y que hoy en día se mantienen, no puedo dejar de sentir el dolor de patria. Y me duele más, porque al igual que tu, Antonio, mi vida y mi futuro lo he forjado con esfuerzo personal a través del estudio y de mi trabajo. Sin recibir regalos, ni quitar, engañar, o aprovecharme de nadie. Que en el caso contrario es la costumbre en la mayoría de los "honestos dirigentes" de la federación que pecan por ser activos o pasivos frente al delito.
Hace algún tiempo atrás en una reunión en Bogotá, escuchaba a cierta señora "encopetada de la alta sociedad", pavonearse hablando de su hijito el cual hacia parte del programa de los 100 de oro (el gobierno le pagaba un sueldo por estar en ese grupo de deportistas). Además se le hinchaba el cuerpo de orgullo contando que por ser el "mejor" jugador de squash de Colombia, su hijo había recibido una beca para estudiar en el Trinity College (en donde según ella, la lumbrera de su hijo era tratado poco menos que a un dios gracias a sus dotes deportivas). Y pensaba yo: y entonces, a Miguel Ángel Rodríguez o a los otros buenos jugadores ¿qué les tocará??
La respuesta cruel en ese momento al igual que ahora era qué: Miguel Ángel y los otros no tuvieron el apoyo de los "dirigentes honestos", o no pertenecían al "grupito" de los que tomaban las decisiones de cómo gastarse el dinero público.
Digo todo esto, no porque el hijo de la mencionada señora no jugara bien, lo digo es porque en ese momento había mejores jugadores que él.
Y si la beca era por merito deportivo, entonces, ¿a quién le correspondía realmente??. La respuesta es: al hoy en día número 27 del mundo.
Obviamente, así como tu lo dices Antonio, ese "privilegio" es, y ha sido, solo para los de la rosca cerrada de la federación y nunca por mérito.
Antonio, tengo cero esperanzas de que lo que estoy diciendo va a cambiar la actitud de la gente. Pero lo que si quiero que sepas que desde la distancia, hay alguien que piensa con el mismo "tonito" tuyo.
El silencio cómplice ante todas las denuncias que tu has hecho en tu blog, es desafortunadamente el común denominador de la sociedad en Colombia.
Específicamente en el squash, a la gente pareciera no importarle ser utilizadas como idiotas útiles por los mal llamados "dirigentes honestos".
La mayoría de las veces (jugadores y padres) se dan los autogolpesitos de espalda diciendo: Es que yo no necesito!!!
Y en el fondo es verdad (claro que no es el caso de los entrenadores los cuales en su mayoría son muy buenos jugadores y con don de gente y viven del deporte).
Pero el problema no es de necesitar o no. El problema es de actitud, el problema es no hacer nada ante los abusos de un grupito pequeño. El problema es que los "honestos dirigentes" se paseen en todas las actividades del squash creyéndose que están por encima de todos, y en el peor de los casos con actitud prepotente. Todo lo anterior con la aceptación borrega de la mayoría de jugadores y padres.
En otros países esta situación se hubiese revertido hace tiempo (estoy seguro que no faltara el "digno" que me ataque por decir lo que pienso, así como lo hacen contigo. Pero igual no me importa).
La actitud del avestruz (meter la cabeza debajo de la arena y pretender no ser visto) es muy arraigada en Colombia.
Antonio, cuando haces las denuncias de todas las irregularidades que vienen desde hace mucho tiempo atrás (lo vi cuando vivía en Colombia 15/20 años atrás) y que hoy en día se mantienen, no puedo dejar de sentir el dolor de patria. Y me duele más, porque al igual que tu, Antonio, mi vida y mi futuro lo he forjado con esfuerzo personal a través del estudio y de mi trabajo. Sin recibir regalos, ni quitar, engañar, o aprovecharme de nadie. Que en el caso contrario es la costumbre en la mayoría de los "honestos dirigentes" de la federación que pecan por ser activos o pasivos frente al delito.
Hace algún tiempo atrás en una reunión en Bogotá, escuchaba a cierta señora "encopetada de la alta sociedad", pavonearse hablando de su hijito el cual hacia parte del programa de los 100 de oro (el gobierno le pagaba un sueldo por estar en ese grupo de deportistas). Además se le hinchaba el cuerpo de orgullo contando que por ser el "mejor" jugador de squash de Colombia, su hijo había recibido una beca para estudiar en el Trinity College (en donde según ella, la lumbrera de su hijo era tratado poco menos que a un dios gracias a sus dotes deportivas). Y pensaba yo: y entonces, a Miguel Ángel Rodríguez o a los otros buenos jugadores ¿qué les tocará??
La respuesta cruel en ese momento al igual que ahora era qué: Miguel Ángel y los otros no tuvieron el apoyo de los "dirigentes honestos", o no pertenecían al "grupito" de los que tomaban las decisiones de cómo gastarse el dinero público.
Digo todo esto, no porque el hijo de la mencionada señora no jugara bien, lo digo es porque en ese momento había mejores jugadores que él.
Y si la beca era por merito deportivo, entonces, ¿a quién le correspondía realmente??. La respuesta es: al hoy en día número 27 del mundo.
Obviamente, así como tu lo dices Antonio, ese "privilegio" es, y ha sido, solo para los de la rosca cerrada de la federación y nunca por mérito.
Antonio, tengo cero esperanzas de que lo que estoy diciendo va a cambiar la actitud de la gente. Pero lo que si quiero que sepas que desde la distancia, hay alguien que piensa con el mismo "tonito" tuyo.
Sinceramente,
Juan Vega.
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