Creo que nadie tiene dudas de que la actual dirigencia de Fedesquash es la peor que ha habido en la historia del squash colombiano. Peor aun que la dirigida por Carlos Espinal con todas sus mentiras, intrigas, manipulaciones en busca del beneficio personal, falsificaciones y desvíos de dineros. Pero esta es peor porque está dirigida precisamente por quien fuera el autor de la mayor parte de los delitos y trapacerías demostradas a Fedesquash: Raúl Vargas, el célebre Camaleón Vargas, capaz de fingir lo que ustedes quieran con tal de lograr sus turbios propósitos.
Ahora entonces les voy a contar una de sus últimas camaleonadas. Pues resulta que se está reuniendo los días martes en distintos clubes y con algunos de sus más cercanos amigos, con algunos de los miembros de su camarilla más allegada con el presunto propósito, (¡aterrense!), de ¡buscar soluciones al squash colombiano! De resolver de una vez por todas la situación de estancamiento, de bajo nivel deportivo y de poco apoyo a los jugadores. ¿Lo pueden creer? Y tiene convencidos a los directivos de las ligas y demás de sus auspiciadores de… ¡sus buenas intenciones!
Todo esto como si nadie se diera cuenta de que la mejoría del squash y el emprender un camino limpio implica primero que todo el cambio de los venales directivos actuales. El cambio de un Comité Ejecutivo que fue nombrado mediante una elección fraudulenta y amañada. El cambio de los directivos que se han apropiado de dineros ajenos como Raúl Vargas, o de los que están bajo investigación por turbios manejos en Lisbog como Álvaro Parra, o los autores de tantos y tantos desafueros como Martha Luz Vega y su marido.
¿Qué esto no es cierto? Que lo nieguen que en mis manos y en las páginas de este blog están las pruebas de lo que hablo.
Por eso estas nuevas reuniones solo se pueden entender como más de lo mismo. Es decir, nuevos esfuerzos para conseguir dineros frescos con que beneficiar a sus hijos, así como la forma de tender una cortina de humo que oculte las miles de intrigas con que están tratando de manipular las selecciones a los distintos torneos internacionales de manera que los seleccionados sean, como siempre… los hijos de los seleccionadores.Y a todas estas nos repetimos una misma pregunta: ¿Qué hacen los directivos de las ligas en especial las de Bogotá y Cundinamarca? ¿Qué pasó con las promesas de Eduardo Castillo y Elsy de Navarro de trabajar por la depuración del squash? Hasta ahora no se ve nada, nada sino más de lo mismo. De lo mismo de siempre. ¿O es que ellos también, como tantos, piensan que mientras no afecten a sus hijos es mejor quedarse callados y no arriesgarse?
Ahora entonces les voy a contar una de sus últimas camaleonadas. Pues resulta que se está reuniendo los días martes en distintos clubes y con algunos de sus más cercanos amigos, con algunos de los miembros de su camarilla más allegada con el presunto propósito, (¡aterrense!), de ¡buscar soluciones al squash colombiano! De resolver de una vez por todas la situación de estancamiento, de bajo nivel deportivo y de poco apoyo a los jugadores. ¿Lo pueden creer? Y tiene convencidos a los directivos de las ligas y demás de sus auspiciadores de… ¡sus buenas intenciones!
Todo esto como si nadie se diera cuenta de que la mejoría del squash y el emprender un camino limpio implica primero que todo el cambio de los venales directivos actuales. El cambio de un Comité Ejecutivo que fue nombrado mediante una elección fraudulenta y amañada. El cambio de los directivos que se han apropiado de dineros ajenos como Raúl Vargas, o de los que están bajo investigación por turbios manejos en Lisbog como Álvaro Parra, o los autores de tantos y tantos desafueros como Martha Luz Vega y su marido.
¿Qué esto no es cierto? Que lo nieguen que en mis manos y en las páginas de este blog están las pruebas de lo que hablo.
Por eso estas nuevas reuniones solo se pueden entender como más de lo mismo. Es decir, nuevos esfuerzos para conseguir dineros frescos con que beneficiar a sus hijos, así como la forma de tender una cortina de humo que oculte las miles de intrigas con que están tratando de manipular las selecciones a los distintos torneos internacionales de manera que los seleccionados sean, como siempre… los hijos de los seleccionadores.Y a todas estas nos repetimos una misma pregunta: ¿Qué hacen los directivos de las ligas en especial las de Bogotá y Cundinamarca? ¿Qué pasó con las promesas de Eduardo Castillo y Elsy de Navarro de trabajar por la depuración del squash? Hasta ahora no se ve nada, nada sino más de lo mismo. De lo mismo de siempre. ¿O es que ellos también, como tantos, piensan que mientras no afecten a sus hijos es mejor quedarse callados y no arriesgarse?
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