SQUASH SIN FRONTERAS Y LOS COSTOS DE UNA CAMPAÑA

No es muy fácil sostener un blogg como este y una investigación permanente como la de SQUASH SIN FRONTERAS sin recursos, sin nadie que nos financie. Nos toca a nosotros mismos conseguir los dineros necesarios. ¿Se imaginan ustedes cuanto tiempo hemos invertido en las investigaciones de Lisbog, de Liscund, de la liga de Antioquia y del Valle, de Fedesquash y de los convenios con el estado, con Coldeportes y el IDRD? Abogados, auxiliares, asistentes, aquí y en Cali y Medellín, con un mínimo apoyo (más que todo de una que otra carta) con muchos ataques y rechazos porque la corrupción es así, compra conciencias sin que la gente se dé cuenta. No hemos hecho la cuenta de lo que hemos gastado porque nos asustaría seguramente, y porque no tenemos quien nos financie. Pero no crean que es barato. En cambio la gente de Fedesquash está tranquila: los financian ustedes a través de sus inscripciones y pagos a la federación. Los financia el estado a través de los convenios con el IDRD y Coldeportes. Un poco complicado, y es por eso que la política de ellos, de los Sergios Rodríguez, Carlos Espinales y sus sucesores como Raúl Vargas, como Álvaro Parra y los otros, esperan sencillamente que nos aburramos, que se nos acabe la gasolina para poder seguir tranquilamente con sus trapacerías, desvíos de dineros y manipulaciones. Porque parece que nadie más se interesa de a mucho. Sí recibimos ánimo aquí y allá, ¿pero apoyo? Apoyo es otra cosa. Apoyo es participación, compromiso, entrega, salir del closet. Apoyo no a nosotros propiamente. Apoyo verdadero a algo mucho más profundo: a la verdad, a la limpieza, a un verdadero espíritu de servicio que saque al squash colombiano del estancamiento en que se encuentra.
Nos hablan de denuncias ante las justicia y la realidad es que se han hecho. El problema es que la justicia colombiana es poco operante. Miren, si no logran judicializar asesinos bandidos y narcotraficantes, si dejan ir a los testaferros de las Farc después de capturarlos, si los secuestradores se pasean por las calles, ¿qué los hace pensar que van a moverse contra pequeños desvíos de 10 o 20 millones de pesos? ¿Contra casos de nepotismo o de tráfico de influencias? ¿Contra falsificiaciones de firmas de bolsas de torneos de 2 o 3 millones de pesos? Más aun, al salir Álvaro Parra, Ernesto Lucena y Alfonso Gómez Gómez de ese primer comité ejecutivo de Lisbog que logramos con pruebas de presuntos sus delitos que dimitieran, ellos mismos solicitaron a la fiscalía ser investigados, tan confiados estarían en la ineficacia de la justicia colombiana. ¿Y qué pasó con esto? Nada. Y no porque no hubiera pruebas que sí las había. Sino porque ni siquiera abrieron investigación ni previas. Nada. No se movió nada porque así es la justicia en Colombia. Para que algo sucediera habría habido que contratar abogados, constituirse en terceras partes, ir a diario a empujar el proceso, etc. Y esto requiere de tiempo, dedicación y recursos. De una dedicación casi exclusiva. Difícil, ¿no?Por todo esto nuestra invitación es a todos ustedes. A aquellos de los jugadores que conserven aun una dosis de idealismo, un espíritu limpio, a los que se den cuenta de que están siendo utilizados, casi sin darse cuenta, por los directivos venales que se lucran de ustedes y que no vale callar simplemente para que este tipo de personas no se pongan contra uno.