Friday, September 28, 2007

ÉTICA Y MORAL EN EL SQUASH: EL CASO SAMPER

Mucho tiene de largo y ancho lo que dice BERNARDO SAMPER sobre lo ocurrido en los Panamericanos de Medellín con una prostituta en la concentración deportiva, que, hasta donde podemos saber, fue él quien consiguió y llevó. Lo más grave de este tipo de incidentes es que son un reflejo de la calidad moral y ética de los involucrados. La prostitución no solo es una de las más graves y dolorosas lacras de la humanidad, sino que es de las que más degrada al ser humano, como vemos en el conocido verso de Sor Juana Inés de la Cruz: “¿Quién es más de culpar, aunque cualquiera mal haga, la que peca por la paga o el que paga por pecar?” Aquí podemos entender que quien paga y usa de una prostituta se degrada por debajo de su nivel. El problema entonces no es del que peca por la paga tanto como del que paga por pecar. Es más grave la falta de quien paga por obtener estos servicios ya que lo hace solo por goce o diversión, mientras que quien recibe la paga lo hace por hambre, por miseria o por necesidad. La prostitución destruye no solo la espiritualidad de los individuos sino toda la estructura interior: la moral, la ética y los mismos lazos del amor humano al valerse de la miseria personal, de la más baja necesidad, para obtener una satisfacción personal. Una satisfacción que un hombre maduro y formado debe poder obtener mediante un encuentro personal de amor y entrega.
Eso es lo que este incidente nos está revelando: la calidad ética y moral de las personas involucradas en el squash. Tanto directivos que no solo aprueban y condonan sino que participan con dinero, como jugadores que, por una broma torpe y una diversión enfermiza, se degradan a los niveles más bajos de la condición humana.
Quizás lo que nos debemos preguntar es si es en este ambiente que queremos que nuestros hijos se formen. Si los directivos y jugadores mayores organizan estas actividades, además de las borracheras que hemos visto como en el caso de HÉCTOR ECHEVERRI, ALFONSO MARROQUÍN y otros, ¿que podemos pedir a los jugadores menores? Por eso no es extraño todo lo que viene sucediendo en el squash: descontrol permanente de los jugadores, barras violentas y agresivas, llantos y tristezas, raquetas contra los vidrios, lesionados de gravedad sin que los directivos hagan nada al respecto.
¿Será quizás por cuidarse el rabo de paja?

1 comment:

Anonymous said...

cuales lesionados de gravedad?
deje de inventar cosas tan estupidas