DE MOTIVOS Y MOTIVACIONES - EL HOMBRE DAVIVIENDA

Hay una pregunta que me hago concierta frecuencia cuando pienso en el squash colombiano: ¿qué puede motivar a una persona como Álvaro Parra, el llamado Hombre Davivienda, a meterse en todos los líos en que se ha metido en función del squash? Está bien, tiene dos hijos que juegan squash y animarlos, dirigirlos y aún obtener una cierta ventaja para ellos puede ser una motivación. Pero eso no puede ser todo. Álvaro es un prestante abogado de una reconocida firma tributarista que no creo que necesite dinero del squash. Entonces, ¿por qué terminar siempre metido en estos líos, en compañía de personas que claramente han cometido delitos? Más que nadie él, que es abogado, debe conocer las implicaciones que esto tiene. ¿Por qué colaborar en una jugada tan sucia como la que le permitió a Sergio Rodríguez y sus amigos mantener el control de Fedesquash en la cuestionada asamblea del 2007? De paso, esta asamblea hasta la fecha no podido ratificada por Coldeportes precisamente por esos problemas. ¿Solo por un pequeño cargo en el Comité Técnico, un premio de consolación que quizás le de una cierta sensación de poder y le permita incidir en la carrera deportiva de sus hijos? Lisbog y termina en investigación penal, asamblea de Fedesquash que por sus trucos y andanzas no puede ser ratificada por Coldeportes, ahora Comité Técnico de Fedesquash. ¿Qué vendrá ahora allí?
Como mínimo nos toca aceptar que es una actitud extraña esta del Hombre Davivienda, siempre en el lugar equivocado. Puede ser una especie de complejo o de manía, ¿o será algo más? Esperemos que sus malas compañías y sus errores de criterio no terminen metiéndolo en problemas mayores como parece estar sucediendo con Carlos Espinal y otros de sus amigos.