Apreciado Juan Pablo:
La verdad tuve muchas dudas sobre si publicar o no el comentario al que usted hace referencia y creo que finalmente no me expresé en forma adecuada. Mi intención no era en ningún momento
desconocer los méritos de los juveniles como usted, de quien tengo las mejores referencias y sé que su familia no intriga para ayudar a sus resultados en forma extradeportiva, como en algunos otros casos. Al contrario, yo, más que nadie, sé del esfuerzo y dedicación que implica para un joven como usted progresar en el squash o en cualquier otro deporte. Por eso, si mi nota lo ofendió, a usted o a algún otro de los jugadores, por favor acepten mis disculpas.
A lo que me refería y en lo que quiero insistir es en el vacío que existe en nivel de juego, primero entre Miguel Ángel y los que le siguen, Javier y Rodrigo (ya que Nano no ha vuelto a jugar en Colombia) y luego de ellos a los demás. Esto hace que la primera categoría haya perdido interés en este momento. Simplemente parece saberse lo que va a suceder desde antes de que el torneo comience, con la salvedad tan solo de si Miguel Ángel va a jugar o no, o si Javier sigue lesionado o si Rodrigo va a estar ausente.
Parece que hubiera habido un vacío de varios años en la promoción del deporte; vacío que tengo la sensación de que se produjo por la falta de esfuerzo de los directivos, más empeñados en las labores que ya les conocemos que en el bienestar del squash. Para la muestra, la baja participación de los jugadores de Antioquia y Valle que resalta Rodrigo Villamil en su carta, donde sus dirigentes parecen haberse caracterizado por las intrigas para beneficio personal y no por promover jugadores.
De todas maneras le agradezco su comentario e insisto en que nuestro interés está en que todos puedan expresar libremente su opinión, aún si esta difiere en un momento dado de la nuestra.
Atentamente:
Antonio Torres
La verdad tuve muchas dudas sobre si publicar o no el comentario al que usted hace referencia y creo que finalmente no me expresé en forma adecuada. Mi intención no era en ningún momento
desconocer los méritos de los juveniles como usted, de quien tengo las mejores referencias y sé que su familia no intriga para ayudar a sus resultados en forma extradeportiva, como en algunos otros casos. Al contrario, yo, más que nadie, sé del esfuerzo y dedicación que implica para un joven como usted progresar en el squash o en cualquier otro deporte. Por eso, si mi nota lo ofendió, a usted o a algún otro de los jugadores, por favor acepten mis disculpas.
A lo que me refería y en lo que quiero insistir es en el vacío que existe en nivel de juego, primero entre Miguel Ángel y los que le siguen, Javier y Rodrigo (ya que Nano no ha vuelto a jugar en Colombia) y luego de ellos a los demás. Esto hace que la primera categoría haya perdido interés en este momento. Simplemente parece saberse lo que va a suceder desde antes de que el torneo comience, con la salvedad tan solo de si Miguel Ángel va a jugar o no, o si Javier sigue lesionado o si Rodrigo va a estar ausente.
Parece que hubiera habido un vacío de varios años en la promoción del deporte; vacío que tengo la sensación de que se produjo por la falta de esfuerzo de los directivos, más empeñados en las labores que ya les conocemos que en el bienestar del squash. Para la muestra, la baja participación de los jugadores de Antioquia y Valle que resalta Rodrigo Villamil en su carta, donde sus dirigentes parecen haberse caracterizado por las intrigas para beneficio personal y no por promover jugadores.
De todas maneras le agradezco su comentario e insisto en que nuestro interés está en que todos puedan expresar libremente su opinión, aún si esta difiere en un momento dado de la nuestra.
Atentamente:
Antonio Torres
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