VENCER EL MIEDO

Un punto fundamental en este proceso de depuración de Fedesquash es el que la gente pierda el miedo a expresar lo que piensan. No crean, para nosotros no fue fácil, en especial al comienzo. El régimen Espinal siempre fue claro en lo que le sucedería a cualquiera que expresara una opinión diferente a la de ellos. Ellos sabían para qué era el poder e instauraron una especie de régimen del terror (guardadas proporciones). Por eso nadie durante años se ha atrevido a decir nada que se oponga a ellos. Era claro que eso implicaba ser sometido al ostracismo como sucedió con Coronel Sadovnik y sus hijos y con muchos otros jugadores. La persona que expresara su opinión quedaba vetada de participar en cualquier instancia de Fedesquash o de las ligas. Adicionalmente la persona o sus hijos no podrían participar en selectivos nacionales ni internacionales, ni recibirían ningún tipo de apoyo de la Federación, además de empezar a sufrir una cierta persecución arbitral.
Duro, ¿no? Pero esto ha cambiado. Hemos desafiado al régimen y hemos sufrido represalias. Insultos, ataques, amenazas, ofensas… pero estamos vivos y aquellos de nuestros hijos que han querido seguir jugando lo pueden hacer. Los directivos corruptos han tenido que bajar la cabeza ante las pruebas irrefutables de su corrupción. Estuvieron a punto de perder el poder en Fedesquash y para lograr conservarlo tuvieron que recurrir a una estratagema oscura y vil que, aunque les permitió conservar el control, los obligó a exponerse y a revelar su manera de hacer las cosas. Ahora todos sabemos quienes y cómo son. Ahora ya no hay dudas al respecto. Los conocemos con nombre propio: Sergio Rodríguez, Martha Luz Vega, Carlos Espinal, Carlos Angulo, Raúl Vargas, Silvia Angulo con las demostradas invitaciones a su novio por cuenta de la Federación, Álvaro Parra, el Hombre Davivienda, quedaron expuestos. Otros se retiraron, desparecieron del panorama, no sé si por vergüenza o por un resto de dignidad.
No es tan difícil, no es tan terrible hablar. Hablar de frente y sin esconderse y enfrentando las represalias. Por eso nuestra invitación es a expresar lo que se piensa. Lo que ustedes piensan, lo que ustedes sienten sobre el squash colombiano. No digamos que sin miedo. Digamos más bien que venciendo el miedo. Y dando la cara. Firmando cada comentario con nuestro propio nombre. Estando dispuestos a responder por nuestras palabras y nuestras actitudes. Porque para que esto surta efecto, para que logremos liberar y limpiar el squash colombiano es necesario que ustedes hablen. Que ustedes se pronuncien.Que se pongan de pie con valentía y digan lo que piensan sobre lo que está sucediendo.