Sea que Carlos Espinal logre ser nombrado de nuevo como presidente de Fedesquash o no, en todo caso creemos que está debiendo una repuesta clara y definida sobre lo ocurrido en Fedesquash. Acusaciones tan graves no pueden ser pasadas por alto con el simple argumento de que esas cosas ¨tocaba” hacerlas, o esconderlas detrás de la medalla de oro de los Panamericanos de Río.
El mundo del squash tiene derecho a saber lo que ocurrió y a recibir las correspondientes respuestas y aclaraciones de Espinal. ¿Quién falsificó las firmas de los jugadores? ¿Fue Espinal? ¿Fue Vargas? ¿Y si no fueron ellos quienes fueron y por orden de quien? Porque lo que sí sabemos con certeza es que en los documentos de legalización de los convenios con Coldeportes hay firmas y documentos falsos y estos fueron avalados por Espinal y Vargas. Y ese dinero, ¿a dónde fue a parar? ¿Quién lo tiene? ¿Cómo se gastó? Sin responder a estos cuestionamientos la pretensión de Espinal de continuar como presidente de Fedesquash no pasa de ser un gran descaro y una sin par desvergüenza.
Lo verdaderamente triste sería que al mundo del squash le tocara aceptarlo.
3 comments:
me gusta que desifren todo el enredo que tienen en fedesquash
ojala metan presos a todas esas ratas, que no hacen sino robar.
hay bob marika ya deje de decir tantas marikadas aceptelo ya lo que es
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