ENTRE EL SILENCIO Y LA OPINIÓN

Al contrario de algunas propuestas que buscan silenciar las voces y las opiniones sobre el tema del squash, creo es esta, la opinión libre, la que da forma a la ideas y a los pensamientos, y, como decíamos en la columna anterior, forma la conciencia de la realidad y de las necesidades.

Durante muchos años el squash fue manejado mediante una especie de reino de terror y un sistema de sucesión política semejante al dedazo del PRI mexicano. Reino de terror porque en esas épocas, la de Carlos Espinal y demás, quien hablara, quien opinara quedaba sometido en forma automática a un ostracismo deportivo y aún laboral. Se volvía un fantasma a quien se ignoraba para todo tipo de selecciones y representaciones nacionales sin importar sus capacidades ni su nivel. El jugador, entrenador o padre que se atreviera a opinar en contra de los dirigentes de Fedesquash quedaba por fuera de la bella y amable Familia del Squash que en forma tan gráfica y acertada definió El Nene Angulo. Pasábamos delicioso, decía uno de ellos algún día refiriéndose a hoteles y pasajes gratis, a ese ambiente permanente de fiesta y alcohol, a la impunidad que les permitió hacer lo que quisieron con el squash sin que nadie se pudiera oponer.

La Vieja Familia del Squash que se perpetuaba, como el corrupto sistema político mexicano impuesto por el PRI, mediante un sistema que garantizaba que fuera el presidente en ejercicio quien designara a su candidato sucesor, para luego ir a unas elecciones amarradas en las cuales no tenía pierde. Durante casi 100 años funcionó en México este dedazo con una eficiencia absoluta. Ese mismo sistema era aplicado al squash colombiano. Fue así que Carlos Espinal nombró a su sucesor y dejó listos y formados a quienes debían continuar con su labor y estilo: Raúl Vargas, Alvaro Parra, Carlos Angulo, Mancilla, hasta llegar a uno de los más tristes posibles candidatos: Jorge Eliécer Suárez.

Fue el desarrollo de un pensamiento crítico entre los squashistas lo que permitió romper esa funesta cadena. La organización de las ligas que se habían liberado del yugo de Fedesquash fue lo que produjo este que podemos llamar golpe de opinión. No fue que La Vieja Familia del Squash abandonara el poder como algunos quieren hacer pensar. Fue que no pudieron controlar más a las ligas. Y no hay duda de que fueron el pensamiento crítico y la expresión libre de las opiniones lo que abrió ese camino y guió esa posibilidad que ahora se convierte en un hecho, rompiendo la funesta cadena del "dedazo a la colombiana". Por eso, es claro que solo ese pensamiento libre y la formación de una conciencia personal sumados a los canales que permitan expresarse, pueden garantizar que se construya el deporte que necesitamos: libre, eficaz, limpio, honesto, con una base amplia y una difusión adecuada de la disciplina, con un apoyo a quienes en verdad lo merecen y necesitan, que transmita y enseñe los verdaderos valores que queremos para nuestros hijos.

Recuerden, a los tiranos lo que más les conviene es el silencio de la gente.