Revisados nuestros archivos sobre Elkin Hurtado no encontramos que haya lugar a rectificación porque nada de lo que hemos dicho se ha probado equivocado. La carta de Elkin se publicó dentro del derecho de réplica, no como rectificación y porque esta pagina está abierta para que todos puedan expresar lo que piensan.
Pero analicemos la carta: en primer lugar Elkin afirma haber recibido un monto de dinero INFERIOR al que aparece en el contrato firmado por él. Inferior en UN MILLON NOVECIENTOS CINCUENTA MIL PESOS ($1.950.000.oo), pero no nos dice qué pasó con ese dinero. ¿Quién lo tiene? ¿Quién lo cobró? ¿A DÓNDE FUE A DAR? Segundo. Dentro de las actividades de promoción del squash para las cuales lo contrataron no aparece ningún nombre propio, ninguna persona a quien Elkin haya entrenado o beneficiado, no existen planillas ni constancia real de las actividades desarrolladas. ¿Dónde están y quiénes son esas personas? Tercero. ¿Cuáles fueron los resultados de esa campaña? ¿Dónde está la evaluación final? ¿Sirvió de algo esa inversión? Cuarto: El llamado colegio de árbitros. Cualquiera que los haya visto arbitrar sabe que son un desastre. ¿Y ahora resulta que son además de árbitros entrenadores? Aun así, hasta la fecha no hemos recibido ningún nombre que nos permita investigar al respecto.
No nos digamos mentiras: todo el mundo sabe que esta supuesta campaña en la cual se invirtieron SEIS MILLONES SETECIENTOS CINCUENTA MIL PESOS ($6.750.000.oo) más un poco de hula-hulas pedidos y aprobados (varios cientos en realidad) y cuyo destino Elkin afirma no conocer, fue como mínimo un desperdicio. Los dineros se usaron en gastos inútiles, si no en algo peor (de nuevo, ¿dónde está el dinero faltante en el contrato de Elkin?). La realidad es que la investigación que se está llevando a cabo en LISBOG está demostrando no solo la existencia de irregularidades sino de francos delitos. Por eso es que el informe de Elkin no es suficiente.
A pesar de todo, hay algo que consideramos de enorme valor y que vale la pena resaltar en Elkin. Podemos estar o no de acuerdo con sus planteamientos, pero, a diferencia de los dirigentes del squash, Elkin ha sido capaz de dar la cara y defender sus actuaciones y posiciones con corrección y entereza. Y esto es valiente. Y habla bien de él.
Antonio Torres
Pero analicemos la carta: en primer lugar Elkin afirma haber recibido un monto de dinero INFERIOR al que aparece en el contrato firmado por él. Inferior en UN MILLON NOVECIENTOS CINCUENTA MIL PESOS ($1.950.000.oo), pero no nos dice qué pasó con ese dinero. ¿Quién lo tiene? ¿Quién lo cobró? ¿A DÓNDE FUE A DAR? Segundo. Dentro de las actividades de promoción del squash para las cuales lo contrataron no aparece ningún nombre propio, ninguna persona a quien Elkin haya entrenado o beneficiado, no existen planillas ni constancia real de las actividades desarrolladas. ¿Dónde están y quiénes son esas personas? Tercero. ¿Cuáles fueron los resultados de esa campaña? ¿Dónde está la evaluación final? ¿Sirvió de algo esa inversión? Cuarto: El llamado colegio de árbitros. Cualquiera que los haya visto arbitrar sabe que son un desastre. ¿Y ahora resulta que son además de árbitros entrenadores? Aun así, hasta la fecha no hemos recibido ningún nombre que nos permita investigar al respecto.
No nos digamos mentiras: todo el mundo sabe que esta supuesta campaña en la cual se invirtieron SEIS MILLONES SETECIENTOS CINCUENTA MIL PESOS ($6.750.000.oo) más un poco de hula-hulas pedidos y aprobados (varios cientos en realidad) y cuyo destino Elkin afirma no conocer, fue como mínimo un desperdicio. Los dineros se usaron en gastos inútiles, si no en algo peor (de nuevo, ¿dónde está el dinero faltante en el contrato de Elkin?). La realidad es que la investigación que se está llevando a cabo en LISBOG está demostrando no solo la existencia de irregularidades sino de francos delitos. Por eso es que el informe de Elkin no es suficiente.
A pesar de todo, hay algo que consideramos de enorme valor y que vale la pena resaltar en Elkin. Podemos estar o no de acuerdo con sus planteamientos, pero, a diferencia de los dirigentes del squash, Elkin ha sido capaz de dar la cara y defender sus actuaciones y posiciones con corrección y entereza. Y esto es valiente. Y habla bien de él.
Antonio Torres
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