EN QUE CAMALEON Y TITERE REVELAN ALGUNAS COSITAS

Creo que la publicación anterior (que se puede ver un poquito más abajo de este escrito) demuestra con claridad quienes son nuestros dirigentes. Falsificadores y mentirosos. ¿A dónde fue a dar el dinero? ¿A la cuenta del tesorero como sucedió al salir de Liscund? No lo sabemos con certeza pero creo que sí está en mora este señor de dar explicaciones al respecto. Explicaciones que está eludiendo. Y creo también que es claro que una persona que incurre en este tipo de… ¿indelicadezas? ¿delitos?, no tiene las condiciones para ser tesorero de nada. De nada decente.

Por eso creo que el siguiente dialogo telefónico (parece que siguen chuzándoles los teléfonos) es pertinente:

“Oiga, Cama, que El Mentiroso le mandó saludes”.
“¿El Dr. Espinoso? Pues hace días que no lo veo. Pensé que andaba en otras cosas, de trabajo o algo”.
“Cama, usted si es ingenuo. De aquí nadie se escapa y El Mentiroso no descansa. Por eso está donde está. Ese se la pasa es con El Señor Obispo. Cuadrando cositas”.
“¿Ah sí? ¿Y ahora con qué van a salir?”
“No, pues usted sabe que la que armamos usted y yo con el cuento ese del paz y salvo falso de Liscund fue un éxito. Están encantados”.
“Yo sé, el Señor Obispo me llamó muerto de la risa…”
“Si, pero no se le olvide que la idea fue mía”.
“Tranquilo, Titerín que el Señor Obispo sabe”.
“Sí, porque, qué carajos, inventarme que el paz y salvo que tenían los de Liscund era falso fue un cabezazo, y luego, cuando resultó que no era falso, embolatar las cosas inventando que habían engañado a la secretaria Omilia fue una berraquera, diga si no”.
“Hermano Titerín, yo creo que si me descuido usted me va a ganar en trampas y trucos”.
“No, Cama, tampoco, no exagere que para eso usted es el duro, yo aquí solo aprendiendo. Pero en todo caso el asunto fue un cabezazo del carajo. Y mire lo que sigue: lo de la aprobación de los estados financieros que usted como tesorero cuadró…”
“Que casi no logro cuadrar, dirá. Me tocó hacer cuanto truco y trampa me sabía para que más o menos pasaran. Y si no fuera porque Parrita y la hermanita fueron a la reunión a defendernos, y como son abogados tributaristas pues la gente les cree… pues nada, que yo creo que no habría habido manera”.
“Si, Titerín, es…”
“No, carajo, no me diga más así que me tiene mamao. Hasta Títere porque, bueno, pues, el Señor Obispo también me dice así… pero, no, ya Titerín, no, tampoco, Cama”.
“Bueno, Titerín… digo, Dr. Don Títere. No se ponga bravo que es por cariño. Además el que empezó fue el Señor Obispo. Es que él si tiene un humor tan especial. Dice que usted es su Títere favorito”.
“Sí, pero tampoco, que uno tiene su dignidad”.
“¿Dignidad? Pues sí, ¿no? Es que a veces se me olvida con tanta cambiadera de cara. En todo caso… oiga, me preocupa la publicación esa…”
“¿Cuál?”
“Pues la del blog. ¿No ve que publicaron los recibos del Máster del 2006? Los de la plata que yo recibí, y nada, pues que después me tocó falsificar las firmas de los jugadores porque no iban a ser tan pendejos de firmar si no se les entregó la plata”.
“Ah no, pero eso si no es conmigo, porque eso es antes de mi presidencia. Hable con Espinoso”.
“Hombre, es que usted no se ha dado cuenta? El Mentiroso, no, ese que me va a ayudar. Pero, ¿y yo qué hago? No ve que ahora todo el mundo anda hablando de eso. Si voy a un torneo, preciso que se quedan callados cuando yo aparezco y no, tampoco, si yo hago las cosas es por colaborar”.
“Sí, ¿no? Pues usted verá qué hace. ¿Y usted que hizo con esa plata?”
“No pues, ¿qué cree? Es que esto tiene muchos gastos, y los chinos viajando y uno así, dedicado no más al squash, ¿es que esos pendejos quieren que uno viva del cuento? ¿O qué?”
“Pues déjeme pensarlo y me invento algo. Usted sabe que con calma yo soy bueno para estas cosas. Fíjese que ya me inventé lo de que nos están pinchando los mails y ahí voy, de a poquitos que algo se me ocurre para fregarlos”.
“Pues sí, pero toca pronto, porque eso ya debe estar en fiscalías y todos eso”.
“Tranquilo Camita, que yo me invento algo. Voy a hablar con Parrita que ese es un duro también para los engaños y las trampas. Fíjese lo bien que manejó lo de la asamblea del año pasado, como se perdió como tres meses para que no lo encontraran los de Bogotá y no pudieran votar. No, si todo eso fue armado por él. Y después apareció purito en medio de la asamblea haciéndose el pendejo, el conciliador para que me eligieran a mí. Ese es como un gato: píllenlo como lo pillen, siempre cae de pie. Y ahora, no si es un berraco, se trajo a la hermanita que tiene fama de santa para que representara a Antioquia y él representando a Quindío, y yo de Presidente y Martha Luz secretaria de la asamblea, y usted de tesorero, no, pues imposible que fallara. La armó toda, todita. Así fue que aprobaron sus estados financieros que estaban patas arriba y ya me tenían a mí sudando. No, si hasta el Señor Obispo dice que el futuro de Fedesquash para por las suaves y dulces manos del Dr. Parrita. Es que donde hay un lio, ahí está Parrita desenredando. ¿O enredando? No sé, pero en todo caso, porque acuerdese que él viene desde el lío de Lisbog. Allá estaba tan enredado que eso terminó en fiscalía, y aun asi aquí esta otra vez sin que nadie diga nada”.
“De acuerdo. Yo creo, Títere, que la clave es irnos especializando. Que cada cual tenga lo suyo. Fíjese: usted se especializa en calumnias, líbelos y en ensuciar a los contrarios. El Mentiroso, pues eso ya se sabe, ¿no? Cuanta mentira exista. Y Parrita en usar los intríngulis del derecho y el torcido, y así, cada uno a lo suyo”.
“¿Y usted Cama?”
“Pues qué, Títere, yo… pues a mí lo que me gusta es eso de manejar platica. Para eso soy el tesorero, ¿no?”
“Sí, ¿no? El que parte y recomparte…”

“Pues se queda con la mejor parte. Claro, Títere, ni que fuera bobo”.