¿AMENAZAS?

Me disculpé con Elssy Dos Eses primero y luego perdoné y consolé a sus hijos y, es cierto, esto me ha traído un gran alivio. Por eso ahora quiero reconciliarme con El Nene Angulo. El, hasta donde sé, me ha dicho de todo. Una vez a nombre propio y muchas en su vicio solitario. El de los anónimos, no sean malpensados. Ahora en su muro (wall) de Facebook aparecen solicitudes de enviarme a los de la moto. Palabras mayores porque, como yo tengo carro, no debe ser para ayudarme con el transporte. Entonces solo puedo entenderlo como una amenaza de muerte. ¡Caray! ¡Qué alcances los de este niño! No parece ser muy consciente de sus actos, así que no debe haberse dado cuenta de la barbaridad que está publicando; por eso prefiero pensar que, a pesar de todo, tiene un corazón tierno y va a arrepentirse de publicar amenazas. Por eso no las voy a tomar en serio. Me tocaría contratar guardaespaldas y, con tantos hijos como tengo, no me alcanzaría la plata. Tendría que dejar de pagar profesores o reducir el mercado y, ahí sí, no sabría qué suspender: ¿la carnita, cómo dice el presidente Uribe? ¿Los huevitos del desayuno para los niños? ¿El pan? Puede ser.  El pan engorda y produce acidez. La leche sí es importante. Por el calcio. Además me falta comprar las empanadas de Elssy. 
No sé. Creo que es mejor enviarle al Nene este mensaje de reconciliación porque yo a él no lo quiero mal. De verdad. Es decir, le tengo cariño. Sé que es un muchacho inexperto que no sabe lo que hace ni se da cuenta de la enormidad de la amenaza, igual que no ha comprendido lo que hacían en su Linda Familia del Squash. El, dulce niño de corazón tierno, piensa que solo se trataba de pasar delicioso. Para él documentos falsificados, consignaciones torcidas, auto contratos, nepotismo, pasajes y hoteles gratis para su familia son cosas sin importancia. Son solo alucinaciones... mías... No de ellos. 
Pero yo lo perdono de corazón. Aún si me manda a los de la moto que, espero, me ayuden con el transporte dentro de este mundo. No hacia el otro. 
No sé. Yo sigo creyendo en la bondad de los hombres. En especial la de los noveles periodistas. Por eso le mando este mensaje de perdón con un gran abrazo de reconciliación. 
A ver si me perdona la vida.
Ahora, si termino baleado por los de la moto, creo que, ahí sí, tocaría pensar en la presunta autoría de El Nene o de sus amigos. 
Aún así se lo perdonaría, aunque habría resultado que su corazón no era tan tierno.