En primer Raúl Vargas ya logró de Fedesquash lo que buscaba. Ya ubicó a sus hijos donde quería, ya utilizó los recursos de la federación a su gusto y acomodo para su beneficio personal y el de sus hijos. Ahora busca nuevos campos de acción. Pero no va a cambiar. ¿O creen ustedes que por dignidad va a dejar por un momento de monitorear, empujar y favorecer con todos los recursos a su alcance, públicos o privados, la carrera de sus hijos?
En segundo lugar es obvio que la gente del squash se dio cuenta de quién era Raúl Vargas y a qué estaba dedicado en la presidencia de Fedesquash. Y comenzaron a presionarlo y a hacerle difícil seguir con sus trucos. Comentarios por todas partes, inclusive en este blog, donde la gente, ustedes, comenzaron a perder el temor a opinar, a expresar lo que de alguna forma se había vuelto un sentir general: el rechazo a un estilo oscuro, hipócrita y tramposo de manejar este deporte. Y no crean: esto pesa. Así nadie se atreva a decírselo a la cara, así la gente dé la información con temor y advirtiendo, "por favor no diga que yo lo dije porque toman represalias", aún así tiene un peso y un efecto que no se puede desestimar. No lo duden, este cambio de directivas obedece más a un golpe de opinión que a un ataque de dignidad.
Por otra parte son muchas las cosas equivocadas, rayanas en el delito, que deja Raúl en su funesto paso por la presidencia de Fedesquash. Además de su estilo abusivo, que consiste en aprovechar los bienes y recursos públicos para beneficio propio y de sus hijos, se le han comprobado diversas faltas graves. Mencionemos, tan solo dos: 1. Vargas tomó para sí ocho millones de pesos cuando era secretario de Liscund, provenientes de un auxilio de Coldeportes con destino a seis jugadores que debían hacer una gira por Norteamérica. Jugadores que ni se enteraron de lo que estaba pasando. Cuando descubrimos y denunciamos el hecho en SQUASH SIN FRONTERAS, devolvió los dineros a las arcas de Liscund. 2. Siendo tesorero de Fedesquash realizó un reintegro de fondos en Coldeportes por valor de más de CIENTO CINCUENTA MILLONES DE PESOS M/C mediante el uso de firmas falsas en el acta de reintegro. ¿Que él falsificó las firmas? Eso no nos consta de forma directa. Pero si nos consta que la firma al final de la hoja de reintegro es la suya y por lo tanto él tenía que saber lo que estaba haciendo.
Finalmente el deterioro en la práctica del deporte y en la participación de jugadores es notoria hoy en día como han resaltado varios lectores, en especial en las categorías menores, base del futuro. Y esto ocurrió sin que Vargas y sus amigos le dieran la menor importancia a este problema fundamental. Difícil labor entonces la que les espera a las nuevas directivas ante tan triste herencia.
Entonces, no es cuestión de pensar que Vargas y sus amigos salen por la puerta grande. No. Salen por la puerta de la vergüenza, del deshonor y del descrédito de quien obra y ha obrado mal. Y salen en medio del rechazo de la mayoría de los squashistas. Si hubiera en él algo de dignidad o integridad se retiraría de la dirigencia en lugar de buscar para sí el usufructo de más altas posiciones en la Federación Panamericana de Squash.
¿Que para qué recordar esto una y otra vez? Es sencillo:
PORQUE QUIEN NO CONOCE SU HISTORIA, ESTA CONDENADO A REPETIRLA.
Y la historia funesta del squash colombiano está escrita por las actuaciones de Sergio Rodriguez, Martha Luz Vega, Carlos Espinal, Tere de Samper, Alberto Gómez Gómez y otros que se me escapan. Y por supuesto, y en primer lugar, Raúl Vargas...
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