Quiero proponer una campaña mientras esperamos lo que vaya a pasar con el nuevo Comité Ejecutivo de Fedesquash. Una campaña que complete lo que se ha ido logrando a nivel de directivos. Es sencillo... y complicado al tiempo: es una campaña de JUEGO LIMPIO. Pero no un juego limpio al nivel de los pequeños trofeos que se entregan de vez en cuando al jugador que menos pelee, sino una campaña que en verdad transforme las actitudes e intenciones de todo el grupo que conforma la familia del squash: jugadores, entrenadores, padres y directivos.
5 años nos ha tomado lograr un equipo de directivos nuevos. Un equipo sin vinculaciones con las roscas anteriores y, por lo tanto y hasta donde podemos ver, sin vicios ni intereses personales. Sin duda quedan rezagos de la vieja guardia como ocurre con Liscund, pero aún así creo que avanzamos hacia una NUEVA ERA del squash colombiano. Ha sido un arduo trabajo de mucho tiempo y ha implicado mucho esfuerzo y dedicación. Horas y horas de escribir, investigar, publicar. Abogados e investigadores revisando y cotejando documentos en Coldeportes, en Lisbog, en Liscund, en Fedesquash, en la liga del Valle y la de Antioquia. Pero se está logrando el cambio. Y creo que un elemento fundamental en este logro ha sido un cambio de mentalidad en los squashistas. Una toma de conciencia de derechos y deberes por parte de toda la gente del squash. Una superación, así haya sido parcial, de temores a represalias. Temores que venían muy de atrás. Yo diría entonces que es el comienzo de una verdadera toma de conciencia, de un entender que son ustedes, los squashistas, los dueños y responsables de su propio mundo. Y por squashistas digo jugadores, entrenadores, directivos, padres y hasta comentaristas como yo. Esta debe ser la esencia de esta NUEVA ERA: la conciencia de sus derechos y responsabilidades y de la libertad para expresar sus ideas y pensamientos. Las opiniones que ustedes han venido expresando, aún en forma de seudónimos o anónimos tienen y han tenido un eco, un peso y un efecto importante sobre lo que viene sucediendo en el squash. Y debe continuar así. Y debe crecer. Pero para que tenga verdadero peso ético y moral, es indispensable seguir con el siguiente paso: una verdadera campaña de JUEGO LIMPIO que cambie las actitudes y la forma de jugar el squash en Colombia. Y yo creo que tres deben ser los pilares de esta campaña: uno, un compromiso radical de los directivos, pero no solo en sus actos personales y en el manejo de decisiones, selecciones y dineros, sino en la severa aplicación del reglamento, comenzando con el nombramiento del Tribunal Deportivo del Squash. Dos, una difusión permanente y didáctica del reglamento existente que concientice a los squashistas al respecto dándoles armas y conocimiento, así como su aplicación decidida y radical a través de las sanciones establecidas y pertinentes. Y tres, un profundo compromiso de todos los jugadores en suspender todo lo que huela a trampa, agresión, manipulación, mala intención, así sea en forma leve, y la aceptación de las necesarias sanciones cuando esto ocurra. Me parece fundamental que todos entendamos que solo este cambio de actitud y de intención puede lograr a transformación que se busca para el deporte.
JUEGO LIMPIO señores squashistas.
Desde ya, desde ahora.
Por ustedes, por sus hijos, por todos.
P.S. No puedo pasar por alto el asesinato de los secuestrados a manos de los terroristas de las FARC. Solo seres deformes y enfermos en la totalidad de su ser pueden haber cometido un crimen tan cobarde y vil. La única forma de que todas estas muertes no sean en vano es logrando derrotar a estos terroristas asesinos y construyendo entre todos la Colombia que soñamos: una Colombia más justa, mas igualitaria, más libre.
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